ISLA DE CORFÚ
Ikos Dassia está ubicado en la hermosa isla de Corfú, un enclave mágico que lleva siglos enamorando a sus visitantes. Con una mezcla cautivadora de culturas, la estrella del Mar Jónico es un destino atemporal y cosmopolita, famoso por su paisaje natural, sus playas, su monumental legado histórico y la hospitalidad de sus gentes.
SENSACIÓN DE LA REGIÓN
Puede enriquecer su estancia con una entrada complementaria a uno de los siguientes museos (todos le ofrecerán una experiencia cultural extraordinaria sin incremento de precio para toda la familia).
- Museo Capodistrias Museum, el único museo dedicado a Ioannis Capodistrias,
- El museo Antivouniotissa, que exhibe arte religioso posterior al Bizantino
- Old Fortress (Fortaleza Antigua), un hito del centro histórico de la ciudad de Corfú.


PLAYAS HERMOSAS
Con sus aguas cristalinas y magníficas vistas a la montaña, la impresionante playa de Dassia, premiada con bandera azul, se considera como una de las joyas de la isla. Una isla con un majestuoso litoral de 217 kilómetros salpicado de espléndidas playas como la de Paleokastritsa y Sidari, con sus impresionantes formaciones de arenisca, la remota Myrtiótisa de arena dorada o la animada playa de Glyfada.

MONUMENTOS IMPRESIONANTES
Corfú, el reino homérico de los feacios, es una isla repleta de enclaves de interés histórico y cultural. Visite las fortalezas venecianas de la ciudad y el Palacio Achillion construido por la emperatriz austríaca Sissy. Explore la sorprendente colección de arte asiático del Palacio de San Miguel y San Jorge. Disfrute de las orquestas locales, con sus imponentes trajes, o participe en los actos festivos de la Semana Santa. Para los aficionados a la literatura de los hermanos Durrell, Kouloura y Kalami son lugares de visita obligada. Y no podemos olvidarnos del monumental casco antiguo de la ciudad de Corfú, con sus callejuelas adoquinadas y sus imponentes edificios construidos durante los dominios veneciano, francés y británico.

GASTRONOMÍA DISTINGUIDA
Corfú es una auténtica fiesta gastronómica debido a la fusión entre la cocina griega y veneciana, una mezcla exquisita de la que se enorgullecen todos los habitantes de la isla. Entre las delicias que podrá saborear en las tabernas locales se encuentra la pastitsada, una deliciosa cazuela de carne y pasta, el sofrito, la ternera guisada en vino blanco y bourdeto o el pescado en salsa de tomate picante. Platos, todos ellos, que enriquecerán sus vacaciones con los aromas y sabores del Mar Jónico.
¿QUÉ HACER EN CORFÚ?

CORFÚ CLÁSICA
Declarado como patrimonio mundial por la UNESCO, el casco antiguo de Corfú, con sus notables influencias neoclásicas, es una auténtica joya. Entre las muchas opciones que ofrece, recomendamos visitar el Palacio de San Miguel y San Jorge, el pórtico de Listón, la Sociedad de Lectura y la mansión de Kapodistrias. Y no se olvide de recorrer la famosas callejuelas de Campiello, el barrio más antiguo y carismático de la ciudad, con sus tendederos colgando sobre las cabezas de los transeúntes.

LOS GUARDIANES DE LA CIUDAD
En la parte este de la ciudad de Corfú, la costa rocosa coronada por dos picos bajos ha dado nombre a la isla; Koryfo – Corfú (“cumbre” en griego). La Fortaleza Vieja (Paleó Frurio), erigida en el s. XIII, se compone de interesantes edificaciones como la iglesia de San Jorge, construida por los británicos y similar a un templo dórico. Este museo al aire libre regala un auténtico viaje en el tiempo. En el extremo noroeste de la capital se levanta el otro guardián de la ciudad, la Fortaleza Nueva (Neo Frurio), una obra maestra de la arquitectura militar construida por los venecianos en el s. XVI.

KANONI Y LA ISLA DEL RATÓN
Los dos puntos de referencia más famosos de la isla de Corfú son, en realidad, otras islas: el islote Pontikonisi (“Isla del Ratón” en griego), que alberga la capilla de Pantocrátor. A su lado está situado el famoso islote de Vlacherna, con un monasterio del s. XVII dedicado a la Virgen María y conectado con Corfú por un paso estrecho.

EL CANAL D’AMOUR
Sidari es una zona embrujada por el amor ya que, según la leyenda, quien se sumerge en el Canal d’Amour encuentra a su alma gemela. Esta gruta en las rocas de arenisca es una de las muchas formaciones rocosas que encontramos alrededor de las espectaculares playas de arena situadas cerca de la aldea de Sidari.

RESIDENCIAS MÍTICAS
En Paleokastritsa, la zona turística más famosa de la isla, una vegetación exuberante esconde seis pequeñas bahías rocosas. Una leyenda local sostiene que allí estaba situado el mítico palacio del rey de los feacios, Alcínoo, que fue quien brindó protección y ayuda a Odiseo para poder regresar a Ítaca. El monasterio de la Virgen María, fundado en 1225, se sitúa en el camino hacia el castillo medieval de Aguelókastro, que se remonta al siglo XII y donde podemos visitar la iglesia de Aguía Kyriakí, oculta dentro de una pequeña cueva.

SEMANA SANTA EN CORFÚ
Existen muchos motivos para visitar Corfú y, por supuesto, uno de ellos es su Semana Santa, famosa por sus particulares fiestas y actos religiosos. Encabezada por las reliquias del patrón de la isla, San Espiridón, una procesión recorre la ciudad el Viernes Santo acompañada por la filarmónica de la isla. Al día siguiente, el Sábado Santo, una tormenta de “bótides” (jarras cerámicas arrojadas desde terrazas y balcones) cae sobre las calles por lo que se recomienda disfrutar del espectáculo sin acercarse demasiado.

PALACIO DE AQUILEÓN
El pasado imperial de Corfú es uno de los motivos por las que la isla se considera uno de los destinos más glamorosos y lujosos de Grecia. La emperatriz de Austria y reina de Hungría, Isabel de Baviera, la legendaria Sissy, optó por Corfú para construir su palacio de verano. Este elegante edificio de estilo pompeyano, con salones neoclásicos, está rodeado de hermosos jardines donde se encuentra, entre otras joyas, la famosa escultura de la defunción de Aquiles.

MANSIÓN DE MON REPOS
A principios del s. XIX, el Alto Comisionado británico, Frederick Adam, construyó esta residencia de verano para su esposa, Nina Palatianú. Está ubicada en mitad de un hermoso bosque, en el lugar donde se encontraba la antigua ciudad de Corfú. Actualmente es sede del Museo Arqueológico de Paleopolis y sus jardines botánicos cuentan con más de dos mil plantas recolectadas a lo largo del Imperio Británico.